Los cuestionamientos éticos a algunos de los candidatos preseleccionados ponen en jaque a la comisión que evalúa a los aspirantes.
El vocero de la bancada aprista, José Vargas, planteó declarar desierto el proceso de elección de los postulantes al Tribunal Constitucional (TC) y convocar a un nuevo proceso, en vista a los cuestionamientos éticos a algunos de los candidatos preseleccionados.
“La comisión calificadora podría evaluar el hecho que los candidatos que han llegado hasta acá, no necesariamente cumplen con las cualidades para ser miembros del Tribunal”, señaló, tras recordar que uno de los requisitos para acceder al TC, más allá de los grados académicos y otros requisitos formales, es tener una trayectoria moral y democrática intachable.
“Ello implica que no pueden pertenecer al Tribunal quien cedió a presiones de la dictadura, más aún si se tiene en cuenta que ese organismo fue en su momento un baluarte en la recuperación de la democracia”, enfatizó. Agregó que si bien algunos aspirantes tienen formación jurídica y profesional, no han demostrado tener una “trayectoria democrática”
Destacó, no obstante, que el grupo evaluador ha realizado un trabajo bueno y transparente, por lo que de tomarse la determinación de iniciar un nuevo proceso, este deberá ser llevado adelante por la comisión que preside Luis Falla Lamadrid.
Por su parte, el legislador e integrante de esa comisión, Víctor Andrés García Belaunde, aseguró que ningún candidato que tenga en su haber cuestionamientos morales o de trayectoria democrática formará parte de la terna que se presentará al Pleno del Congreso.
Tras reconoce que juristas de prestigio declinaron participar del proceso, Falla la Madrid se mostró en contra de anular el mismo, como lo plantearon algunos miembros de la comisión que preside, y señaló que contra el cuestionado candidato a magistrado del TC Ramón Ramírez Erazo, no se presento tacha y en la evaluación curricular se respetó la calificación obtenida.
A Ramírez Erazo se le cuestiona por tener, presuntamente, vínculos con las publicaciones Confidencial y La Nación, en cuyas páginas se difamaba y denigraba a personajes y funcionarios en la década de los 90. Esta semana, el mismo Falla admitió que Ramírez “no incluyó ese antecedente en su hoja de vida” que presentó al Congreso.
No obstante, el legislador aprenfatizó que serán los nueve integrantes de la comisión los que calificarán de acuerdo a su criterio y definirán qué candidatos serán los propuestos para suceder a los magistrados Juan Vergara y César Landa, que ya cumplieron su periodo de cinco años.
“La comisión calificadora podría evaluar el hecho que los candidatos que han llegado hasta acá, no necesariamente cumplen con las cualidades para ser miembros del Tribunal”, señaló, tras recordar que uno de los requisitos para acceder al TC, más allá de los grados académicos y otros requisitos formales, es tener una trayectoria moral y democrática intachable.
“Ello implica que no pueden pertenecer al Tribunal quien cedió a presiones de la dictadura, más aún si se tiene en cuenta que ese organismo fue en su momento un baluarte en la recuperación de la democracia”, enfatizó. Agregó que si bien algunos aspirantes tienen formación jurídica y profesional, no han demostrado tener una “trayectoria democrática”
Destacó, no obstante, que el grupo evaluador ha realizado un trabajo bueno y transparente, por lo que de tomarse la determinación de iniciar un nuevo proceso, este deberá ser llevado adelante por la comisión que preside Luis Falla Lamadrid.
Por su parte, el legislador e integrante de esa comisión, Víctor Andrés García Belaunde, aseguró que ningún candidato que tenga en su haber cuestionamientos morales o de trayectoria democrática formará parte de la terna que se presentará al Pleno del Congreso.
Tras reconoce que juristas de prestigio declinaron participar del proceso, Falla la Madrid se mostró en contra de anular el mismo, como lo plantearon algunos miembros de la comisión que preside, y señaló que contra el cuestionado candidato a magistrado del TC Ramón Ramírez Erazo, no se presento tacha y en la evaluación curricular se respetó la calificación obtenida.
A Ramírez Erazo se le cuestiona por tener, presuntamente, vínculos con las publicaciones Confidencial y La Nación, en cuyas páginas se difamaba y denigraba a personajes y funcionarios en la década de los 90. Esta semana, el mismo Falla admitió que Ramírez “no incluyó ese antecedente en su hoja de vida” que presentó al Congreso.
No obstante, el legislador aprenfatizó que serán los nueve integrantes de la comisión los que calificarán de acuerdo a su criterio y definirán qué candidatos serán los propuestos para suceder a los magistrados Juan Vergara y César Landa, que ya cumplieron su periodo de cinco años.
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