LUIS NEGREIROS VEGA ¡PRESENTE!

El 23 de marzo de 1950 Luis Negreiros Vega, fue asesinado por los esbirros de Manuel Odria entre la calle Petit Thouars y la Av. 28 de Julio, luego de una emboscada, en la ciudad de Lima.

La dictadura del ochenio fue cruenta, así calificada por los historiólogos como una de las etapas más criticas de la historia peruana. El aprismo sufrió una tenaz persecución y Haya de la Torre obligado por el Comité Ejecutivo Nacional del Partido del Pueblo, a ingresar en asilo diplomático a la Embajada de Colombia en Lima. Interregno de oprobio fue el ochenio que se registra desde el 27 de octubre de 1948 hasta el 28 de julio de 1956 en el siglo que se fue.

Luis Negreiros Vega fue un exponente de la resistencia por la democracia, trabajó en los periodos más duros de los regímenes dictatoriales de Benavides, Prado y Odria, llegando por meritos propios a ocupar la Secretaria General del Comando de Acción del PAP. El liderazgo incontrovertible que despertó Negreiros Vega, le abrió espacio entre la clase obrera a nivel nacional, definiendo un perfil psico-político de autentico dirigente clasista en el frente único de trabajadores manuales e intelectuales, que lo llevó, por igual, a ocupar la Secretaria General de la Confederación de Trabajadores del Perú, sucediendo en el cargo a Arturo Sabroso Montoya.

La doble dimensión de político y sindicalista hizo que Negreiros Vega estuviera por demás visible en el escenario nacional y al lado de Haya de la Torre quien con frecuencia solicitaba su experimentada opinión.

Palabras Premonitorias

Como queda dicho, el comando de acción del Partido, temiendo por la vida de Haya de la Torre le pide su inmediato asilo, éste pide la opinión de Luis Negreiros Vega, quien premonitoriamente le responde “Jefe, no todos llegaremos al día de la victoria; no todos volveremos a verte cuando regreses”. Cuando Víctor Raúl se despide del colegiado del Partido estrecha la mano de Negreiros y con profunda tristeza se dirige a la Embajada de Colombia ubicada entonces en la céntrica Av. Arequipa.

Producido el asilo, Negreiros Vega participa intensamente en la organización clandestina del Partido del Pueblo y junto con Arturo Sabroso Montoya acude a un importante certamen sindical en Chile donde concita la atención de los Partidos Políticos de América. El historiador Roy Soto Rivera señala que en 1949 Negreiros salió al frente de los traidores responsables del fracaso de la rebelión de la Marina del año anterior, y que por este motivo fue amenazado de muerte por el Mayor Víctor Villanueva, de lo que dió cuenta la prensa de la capital (“VICTOR RAÚL, el hombre del siglo XX” tomo II, Página 702).

La dictadura de Odria tenía como Director de Gobierno al inefable Alejandro Esparza Zañartu, quien recibió del sátrapa la orden de capturar vivo o muerto a Luis Negreiros Vega, montándose sucesivos operativos para su captura, vigilando su domicilio y la sede sindical de la Confederación de Trabajadores, pero sus propósitos de thanatos eran infructuosas. El líder se desplazaba y resistía en clandestinidad con admirable destreza, con rapidez y sigilo apoyado en su extraordinaria fortaleza física, utilizando vehículos de diferentes amigos y movilizándose básicamente en horas de la noche. Un año antes de su muerte, el 14 de mayo de 1949 fue objeto de un grave atentado en circunstancias que se desplazaba junto con el líder provinciano Cirilo Cornejo Jerónimo, quien había sido elegido Senador por Huancavelica en las elecciones complementarias de 1946, cayendo gravemente herido y capturado por los esbirros.

Su Vida en Defensa de la Democracia

El dictador Manuel Odria simula dejar el poder para participar en elecciones que convoca en julio 1949, teniendo en el Apra y su Secretario General la más cerril oposición; razón por la que redobló los equipos de búsqueda y aniquilamiento contra Negreiros, Secretario General del Apra y de la CTP.

Fue el 23 de marzo de 1950, día aciago para la patria, que Negreiros desplazándose en un vehiculo conducido por su amigo de apellido Villanueva por la Av. 28 de julio y antes de ingresar a la calle Petit Thouars, frente al edificio de la empresa “Cosmana”, recibe una ráfaga de balas cuando iba al encuentro de otro amigo de apellido Vega León. La soplonería se acercó inmediatamente al vehículo y en momentos que Negreiros sacaba una pistola para repelar el ataque, los agentes de la dictadura lograron abrir la puerta del vehículo y dispararon a boca de jarro contra Negreiros que estaba en el asiento posterior.

La prensa amarilla de la época desinformó a la ciudadanía al día siguiente de su muerte “La Crónica” decía: “resultó muerto el terrorista Luis Negreiros en un tiroteo con la policía” por su parte; “El Comercio” publicó: “el sectario aprista Luis Negreiros Vega murió anoche en un tiroteo con la policía … era buscado por haber intervenido en el movimiento subversivo del 03 de octubre de 1948 … hace un año cambió tiros con la policía cuando la captura del aprista Cirilo Cornejo, logrando evadirse.

Muchos años después, en 1957, la revista “Presente” reprodujo las ultimas palabras de Luis Negreiros “ya me mataron … Dios mío”.

“Parafraseando a Armando Villanueva diremos: “Negreiros Vega ha muerto … viva Negreiros Vega”.